Esto supone que el 48% de las mismas se venden como virgen extra cuando solo son aceite de oliva virgen y, de estas referencias que no cumplirían la legislación, casi la mitad pertenecen a dos envasadoras. Así lo puso de manifiesto la portavoz y directora de comunicación Ileana Izverniceanu, quien subrayó que “toca corregir y quitar el extra de muchas etiquetas”, ya que tendrían una categoría “inferior, siempre de acuerdo con los análisis comparativos hechos en laboratorios homologados de referencia”.
Tras denunciar presiones por parte de la patronal para que no se difundieran los resultados de este estudio, el sexto en los últimos años en este sentido, aseveró que los resultados del mismo no revelan un “problema de seguridad alimentaria, porque el aceite virgen es perfectamente consumible”.
¿Cuanto aumenta el precio solo por la etiqueta?
“Solo denunciamos que en la etiqueta se está vendiendo un producto como si fuera de la categoría superior”, aclaró, para, a continuación, recordar que se trata también de un “perjuicio económico” para el consumidor, dado que, de media, el aceite virgen extra es casi 0,50 céntimos más caro.
Según el informe de la OCU, no se permite ningún defecto en la categoría” virgen extra, “ni en los parámetros físicoquímicos, que deben estar dentro de un cierto rango, ni en los olores y sabores que se detectan a través de la cata”, por lo que urge a “corregir y quitar el “extra” de muchas etiquetas”.
Solo veintiuno de los 41 AOVE analizados cumplen con todos los requisitos que la ley exige a esa categoría virgen extra, el resto ha fallado en la cata o análisis sensorial. Si los defectos en el análisis sensorial hubieran sido más graves, con una puntuación por encima de 3,5 (en una escala de 0 a 10), se estaría hablando de aceites lampantes. El mejor de los aceites analizados es el Oleoestepa, que obtiene 85 puntos y la máxima puntuación en parámetros como autenticidad, acidez, calidad y cuidados del fruto o análisis sensorial. Le siguen Carrefour (84), Hacendado (Mercadona) gran selección cooperativa en vidrio (83), Auchan (Alcampo) (81) y El Corte Inglés virgen extra bio (81).
Por el contrario, cierran la lista con la peor puntuación Olisone aceite de oliva virgen extra en botella de vidrio de 0,75 litros (32), La Española virgen extra en envase pet de un litro (32), Olisone en envase pet de un litro (32), Guillén en envase pet de un litro (32) y Olearia del Olivar en envase pet de un litro (32).
Denuncia en 20 comunidades autónomas
A la luz de estos resultados, la organización interpuso denuncia en un total de 20 comunidades autónomas instando a que incoen expediente informativo y, si procede, expediente sancionador, porque, a su entender, “llueve sobre mojado”. “Es hora de que las comunidades autónomas, después de cinco estudios, cumplan con su deber, sancionar, porque creemos que hay un incumplimiento administrativo en el etiquetado”, prosiguió, la portavoz de OCU, al tiempo que exigió que las denuncias de OCU “no caigan en saco roto” y que sean respaldadas, en su caso, por “sanciones ejemplarizantes”.
A pesar de que los problemas detectados afectan a más marcas que en estudios anteriores pero son “menos graves”, el estudio de OCU constató que, de no tomarse medidas, “va a quedar en entredicho la superioridad de la categoría virgen extra y el problema va a salpicar a los aceiteros que lo están haciendo bien y al prestigio del aceite español”.
En cuanto a las marcas que no cumplen, invitó a que realicen un “autoanálisis y autoreflexión”, ya que se trata de un producto básico de primera necesidad “que tenemos que defender en todo el mundo”. “Si hay aceiteros que no lo hacen correctamente, el resto de compañeros deberían hacer limpieza, porque están haciendo un flaco favor a la Marca España”. Asimismo, afirmó que la patronal “debería reaccionar y defender a aquellos que lo hacen bien desde el principio y por los que ponemos la mano en el fuego”.
Tras aseverar que la OCU informa de forma “cierta, veraz y fidedigna lo que se puede encontrar el consumidor”, afirmó que la organización solo está “dando respuesta a un derecho básico del consumidor, que sepa lo que hay en el mercado y dar respuesta a esa obligación como representante de los consumidores.”. Por su parte, la responsable técnica del estudio, Ana Sánchez, defendió que los tres análisis comparativos se realizaron con todas las garantías, en laboratorios homologados y cumplieron “estrictamente los protocolos, los plazos, las pruebas custodiadas y el real decreto de análisis comparativo”, por lo que desmintieron las acusaciones de la patronal.
Para el análisis se seleccionaron los aceites de la cosecha 2017-2018 o los que tenían una fecha de consumo preferente más amplia y las muestras de aceite se conservaron “tal y como se indica en el etiquetado”. Los resultados se obtuvieron a partir de un panel de cata acreditado, sin ver la marca ni el color y con un tratamiento estadístico y revelan también que el precio medio por litro de los aceites analizados se establece en los 5,22 euros.
Fuente: https://www.20minutos.es