El documento que en estos momentos se debate en las distintas Instituciones Comunitarias para el periodo 2014-2020 plantea un pago uniforme por hectárea para 2019, aunque su aplicación se iniciaría el 1 de enero de 2014. En caso de aplicarse con carácter estatal, los productores podrían pasar a recibir en torno a 100 €/ha de pago básico, a los que se podrían sumar otros 60 €/ha con el cumplimiento de una serie de requisitos de carácter medioambiental, el denominado “pago verde”. Si se aplica una tasa plana estatal, el sector del olivar en Andalucía sufriría unas pérdidas superiores a 500 millones de euros anuales, el 70% de las ayudas que viene recibiendo en la actualidad.
En las cartas enviadas por Coag se especifica el importe total recibido por los olivareros de la comunidad, el pago único medio y las pérdidas que sufriría la comunidad, y se propone la oposición frontal a esta propuesta que conllevaría el desmantelamiento del sector en Andalucía, y solicitar al MAGRAMA y a la Consejería la protección del olivar andaluz. También se pide a los municipios que insten a la modificación de la actual propuesta de pagos directos, para que contemple una redistribución más justa de los apoyos comunitarios, vinculando las ayudas al agricultor activo y al territorio donde desarrolla su actividad, a través de una diferenciación de los pagos para los distintos cultivos y sistemas de explotación.
La propuesta de la Comisión presenta una ruptura con el sistema de apoyos actual, ignorando la realidad productiva de los distintos territorios, sin distinción de la orientación agraria ni la obligación de realizar una actividad productiva mínima, con consecuencias económicas, sociales, culturales y medioambientales de gran calado para nuestra región.