Estos son los pronósticos según las cabañuelas realizadas por Alfonso Cuenca García del Centro de Interpretación, De las cabañuelas C.E.I.C.A. Quesada (Jaén).
Poniéndonos en antecedentes; El origen de las cabañuelas se remonta a hace unos 35.000 años antes de Cristo, cuando la luna era la única referencia del tiempo que el hombre tenía para cazar y pescar. Posteriormente, los egipcios se fijaban en los niveles del Nilo y la estrella Sirio, que es la base para que las cabañuelas se hagan a partir del 1 de agosto. Las cabañuelas se hacen en el mes de agosto con los 24 primeros días. “Primero se cogen los 12 días primeros de agosto, que son las cabañuelas, que van hacia abajo, (1-agosto, 2-septiembre, 3-octubre,…), y luego se cogen del 13 al 24 de este mismo mes, que son las que van hacia arriba (retornas).
Estas predicciones alcanzan un radio de acción máximo de unos 200 kilómetros a la redonda, y tiene porcentaje de aciertos muy alto, entorno al 90%.
Alfonso considera que las cabañuelas no están reñidas con las predicciones meteorológicas actuales. Con los conocimientos de unos y de otros se puede predecir mucho mejor el tiempo, y así anticiparse a los fenómenos atmosféricos que hay.
Este vecino de Quesada piensa que sus cábalas ayudan a mucha gente, sobre todo a los agricultores, que pueden hacerse una idea sobre cómo irá su cosecha. Hay quien, incluso, planifica la temporada conforme a estas predicciones, a veces hechas con admirable atino y, otras, con no tanto acierto: Siempre puede haber errores y lo que se trata es de aprender para corregirlos en los años siguientes y que no se produzcan.
No es una ciencia exacta, pero las cabañuelas llevan la alegría al campo. Muchos agricultores ya las conocen, lo que resulta determinante para establecer los periodos de siembra, el tratamiento de los olivares o la aplicación de los productos fitosanitarios. ¿Se equivocarán? Puede que sí o tal vez no. No obstante, hasta el propio meteoradar de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) o los satélites del espacio, en ocasiones, fallan.
Fuente: diariojaen.es