La completa comercialización del aceite de oliva, o mejor dicho, su venta envasado es el sueño de las cooperativas, me refiero a la venta envasada de toda la producción de aceite de oliva. De hecho, el motivo por el que las comercializadoras existen, es por que las cooperativas no han realizado bien su trabajo, la comercialización de aceite de oliva sin intermediarios.
Este post va de eso, de la reflexión sobre otra forma de vender el aceite de oliva envasado. Este verano hablando con un socio de una cooperativa, me comentaba esta forma de vender, otra forma diferente y que como tal, habría que ver su viabilidad, su puesta en práctica. Por norma general el aceite de una cooperativa se vende a granel, aunque cada vez más se intenta vender aceite de oliva envasado, la realidad es que no sale todo el que se quisiera, estoy hablando de cooperativas normales, no muy grandes, a las que la contratación de gerentes, comerciales o planes de publicidad, serían muy costosas o no se comprendería bien entre los socios de la cooperativa, en ese caso, podría ser una buena idea que cualquier socio pudiera vender su aceite de oliva.
Actualmente los socios lo que hacemos es comprar el aceite envasado a la cooperativa, normalmente para consumo privado, para familiares o incluso para regalo, pero pagando el precio establecido por los Consejos Rectores de las cooperativas y en las que a menudo es orientativo, no está sujeto a un escandallo riguroso. La cuestión aquí sería, si cualquier socio pudiera llevarse el aceite de oliva producido a precio de coste.
Una de las primeras preguntas sería ¿como sé cuál sería mi aceite ? ¿ que tipo de calidad tendría? pues bien, esta cuestión se podría responder gracias a la trazabilidad, siendo muy exigentes en la trazabilidad, se podría realizar una aproximación bastante cercana a la calidad que le pueda corresponder a un socio según el tipo de aceituna entregada en la almazara.
El coste a cobrar por aceite de oliva envasado retirado, debería ser el del coste de producción, es decir, gastos de producción, envasado, molturación, etc. En este caso la cooperativa no perdería nada, tampoco ganaría, pero las cooperativas no están para ganar dinero, solo para gestionar y vender lo mejor posible el producto obtenido.
¿Con esta forma de venta de aceite de oliva, que ventajas se podrían obtener para la cooperativa, o para los socios?
Para la cooperativa: el fin del consejo rector es además de la gestión administrativa, la venta de aceite, una responsabilidad grande y no falta de criticas, por lo que en este caso, el aceite que el socio venda por su parte, sería menos responsabilidad para el consejo.
Para el socio: al gestionar su propia venta, su aceite de oliva, tendría la posibilidad de venderlo al precio que fuese capaz, o que sus habilidades o contactos le permitiesen, con lo que podría sacar un beneficio importante y en caso de equivocarse, él sería el único responsable, no podría culpar a nadie de la mala venta de su aceite de oliva.
En general, no tendría que haber problema alguno por que el aceite estaría envasado bajo la responsabilidad de la cooperativa, con su registro sanitario, toda la documentación necesaria según la legislación actual.
Beneficios para todos, por que pasaríamos de vender el aceite entre uno o dos personas de la Junta Rectora, en general, el Presidente y en algunos casos el Secretario, a que cualquier socio podría convertirse en un potencial vendedor, por supuesto, amparado por la gestión y administración de su cooperativa.
Como digo, es una idea que dejamos caer a ver si alguien coge el guante, como decíamos al principio, sería cuestión de ver su viabilidad legal, pero como poco, a nosotros nos parece otra alternativa a vender aceite de oliva envasado interesante, al menos, digna de tenerla en cuenta y más aún en los tiempos tan difíciles que nos han tocado vivir.