Coincidiendo con la época del año cuando se lleva a cabo la poda en el olivar, la organización agraria Asaja Córdoba ha celebrado un encuentro sobre la poda, en el que intervino Daniel Pérez, técnico del Ifapa, que abordó esta práctica como forma de garantizar las futuras cosechas.
El experto destacó como principios fundamentales de la actividad “que la relación hoja/madera debe ser siempre la mayor posible y la relación hoja/raíz no debe desequilibrarse en exceso con la poda”.
Como decálogo fundamental, hay que destacar que:
- Es preciso formar el olivo en un solo pie.
- No permitir brotes en el tronco por debajo de un metro, quitándolos gradualmente si son muchos y no tocando la copa en los tres primeros años”.
- Podar muy ligero y anualmente tras el tercer año, buscando, a ser posible, conseguir una estructura de dos ramas principales erguidas (60º) y bifurcadas dicotómicamente en otras dos a 50-70 cm de la cruz”.
- Una vez elegidas las ramas principales, es preciso eliminar poco a poco aquellas otras ramas que, por su vigor, puedan impedir el crecimiento y desarrollo de la estructura buscada, dejando al olivo alcanzar lo antes posible su volumen óptimo.
- Del interior de la copa, hay que eliminar únicamente chupones, ramas entrecruzadas y de gran vigor, dejando que el resto vista esta parte de la copa y con la hoja al sol y la madera a la sombra”.
- Cuando haya dos ramas sanas ocupando el mismo espacio, hay que eliminar la que peor inclinación lleve, así como las bajeras, realzando moderadamente el olivo”.
- Es importante renovar las ramas principales (las cuatro en la estructura dicotómica) solo cuando hayan perdido su vigor y de una en una, comenzando por la de peor estado.
- Tratar de forzar brotes nuevos o aprovechar los existentes en la zona a renovar y buscar siempre la mayor cantidad de hoja, soportada por el mínimo de madera posible.
- Finalmente, hay que evitar podar en exceso, no cortando nunca una rama si no hay un motivo para ello y economizar la operación, evitando la poda en el olivar al detalle.
- Hay que realizar cortes limpios, con alguna inclinación y dejando un tocón mínimo, protegerse adecuadamente para evitar lesionarse con las herramientas empleadas y desinfectarlas frecuentemente para evitar la transmisión de enfermedades en el olivar.
Fuente:olimerca.com, foto:olicatessen.com.
Quien ara el olivar, le pide fruto, quien lo abona se lo pide con insistencia, el que lo poda le obliga a que se lo de. Antiguo proverbio que citó, Lucio J.M. Columela, biólogo y tratadista de agricultura, filosofo astrónomo y poeta español, nacido 3 o 4 años a.C.