En España, el año hidrológico comienza el 1 de octubre y termina el 30 de septiembre, y se establece así con el propósito de intentar reflejar adecuadamente el comportamiento de las precipitaciones sobre una determinada cuenca hidrográfica.
A pesar de los 58,8 litros por metro cuadrado caídos desde el pasado jueves en el pantano del Quiebrajano, el año hidrológico ha finalizado con 27,73 por ciento, menos. Es decir, el Quiebrajano se encuentra al 54,42 por ciento de su capacidad, mientras que hace un año estaba al 78,13 por ciento.
Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, en todo el año hidrológico se recogieron en el pantano 226 litros por metro cuadrado, de los que 59,2, corresponden al mes de septiembre, a los últimos cinco días. Muy por debajo de la media del país que se sitúa en los 398 litros /m.
La situación podría, de continuar la actual tendencia de sequía, acercarse a los preocupantes niveles que alcanzó el pantano hace unos ocho años, cuando apenas llegaba al 20 por ciento de su capacidad. Por el momento el abastecimiento a las poblaciones que suministra agua está asegurado, si bien, la falta de precipitaciones podría hacer peligrar en el futuro el suministro. En cuanto al resto de embalses de la provincia, todos se encuentran también en torno al cincuenta por ciento de su capacidad de volumen embalsado y han terminado también el año hidrológico con un acusado déficit en su volumen de agua embalsado.
Esto, traspasado a la agricultura, supone un palo bastante fuerte, pensad que año pasado estuvimos en Jaén por encima de los 675 litros por metro cuadrado, de ahí, hemos pasado a los 226 litros de este año que se acaba de cerrar.