Parece que está decidido que el gobierno prohibirá las aceiteras rellenables. Tanto Cooperativas Agro-alimentarias de España como organizaciones agrarias han “aplaudido” que el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, esté trabajando para modificar el Real Decreto sobre medidas de comercialización en los sectores del aceite de oliva y del aceite de orujo de oliva, de modo que se prohíban las aceiteras rellenables en bares y restaurantes. El Ministerio ha considerado que se trata de algo necesario para garantizar la autenticidad del contenido de los envases y, por tanto, para defender los intereses de los productores y consumidores, así como la lealtad en las transacciones comerciales.
Con esta medida el gran beneficiado sin duda será el consumidor que de esta manera conocerá perfectamente el producto que está consumiendo, algo que no ocurre en la actualidad.
Recordemos que en la Unión Europea se rechazó esta iniciativa por la oposición de paises del norte y Alemania. Por otro lado, hay que reconocer que, en el sector del aceite de oliva existen normas de etiquetado muy exigentes, respaldadas por un sistema de trazabilidad muy estricto para los operadores del sector, algo que se contradice con la apertura de fronteras del continente Africano en el que los controles de trazabilidad no son tan exigentes como en Europa.
Por ello, Cooperativas Agro-alimentarias considera que se deben adoptar medidas para que en el último escalón de la cadena no se eche por tierra todo este control de calidad e información para el consumidor.
El coste de la implantación de los envases irrellenables no es significativo, comparado con los beneficios derivados de su uso. En contra de lo que erróneamente algunos han entendido, la medida no exige la utilización de los llamados envases “monodosis”, sino que obliga a que los profesionales de la hostelería pongan el aceite de oliva a disposición de sus clientes en formatos irrellenables y debidamente etiquetados, unos envases cuyo tamaño puede variar desde el de 250 mililitros hasta la botella de 1 litro. Lo esencial de la medida es que, una vez que el contenido se ha agotado, el envase no se podrá volver a utilizar con un nuevo aceite de oliva. Y con ello evitar que la tradicional aceitera continúe manteniendo al consumidor desinformado sobre el aceite de oliva que consume y afecte negativamente a la imagen del producto y su calidad, ya que la práctica corriente de rellenado, en la mayoría de los casos sin lavado previo, altera las características organolépticas del producto, generando mala apariencia y olores desagradables.
En consecuencia, Cooperativas Agro-alimentarias felicitan al ministro por la futura implantación de la medida en España y le insta a continuar trabajando para su aplicación en toda Europa, dado que sus objetivos se encuentran en total sintonía con la política de calidad y transparencia que rige en la Unión Europea.
Esta noticia ha llegado tras conocer la intención del MAGRAMA de modificar el Real Decreto 1431/2003 de 21 de noviembre por el que se establecen determinadas medidas de comercialización con el fin de incluir esta cuestión. Medidas como ésta son un gran paso para garantizar la calidad del aceite que se sirve en un sector tan importante como es el canal HORECA (establecimientos de hostelería y restauración).
La modificación del Real Decreto, en su artículo 4, incluye un nuevo apartado que indica que “los establecimientos de la hostelería y la restauración se acondicionarán en un envase provisto de un sistema de apertura que pierda su integridad tras su primera utilización y de un sistema de protección que impida su reutilización una vez agotado el contenido original indicado en la etiqueta unida al envase”. No en vano, el Ministerio considera que, se trata de algo necesario para garantizar la autenticidad del contenido de los envases y, por tanto, para defender los intereses de los productores y consumidores, así como la lealtad en las transacciones comerciales.
La modificación está ahora en proceso de alegaciones y se aprobará en pocos días. ASAJA indica que es la mejor manera posible de hacer frente a Bruselas, que actualmente tiene parada una iniciativa similar que no aprobó en el último momento, como decía anteriormente, por las presiones de algunos países no productores de aceite de oliva y que desconocen totalmente este sector.