Análisis DAFO del Oleturismo.

Análisis dafosobre oleoturismo

Análisis dafo sobre oleoturismo

En primer lugar os pedimos disculpas por unos problemillas que hemos tenido en el servidor y que no nos ha permitido dar un servicio adecuado.  ¡Ah! y por cierto, Luis, sí, seguiremos poniendo una cita al pie de las noticias que vayamos publicando, jejeje. ¡viendo que te gustan tanto! 😉

Dicho lo cual, vamos al asunto que nos trae, ;). La importancia de  los análisis  en cualquier situación, y no se me ocurre mejor tema que el oleoturismo. Este es un artículo de una revista que me pareció muy bueno.

Un aprovechamiento inteligente del capital territorial es fundamental para propiciar el desarrollo regional. En el caso de Andalucía, Jaén, los paisajes del olivar resultan ser un elemento clave para entender la configuración de su territorio. Desde hace años, la cultura del olivo ha aportado a esta región un gran valor paisajístico y medioambiental. La diversidad de estos paisajes ofrece un marco idóneo para iniciativas que aprovechen, con fines turísticos, todos los elementos culturales vinculados a este cultivo. El oleoturismo permite reforzar el carácter multifuncional de los paisajes del olivar de manera que, aprovechando de forma sostenible los recursos existentes, se contribuya al aumento del bienestar de toda la población rural.

El oleoturismo podría ser una alternativa de diversificación económica, para muchas localidades ubicadas en zonas olivareras, y que contribuye a preservar los paisajes del olivar y a promover el desarrollo rural y regional de Andalucía.

Análisis DAFO del Oleoturismo

1. Debilidades

• Aunque los mecanismos de apoyo público a este cultivo han ido desapareciendo o perdiendo importancia, en Andalucía es perfectamente reconocible un modelo de olivar creado por la Política Agraria Comunitaria (PAC) y fuertemente subvencionado por dicha política. Así las subvenciones provenientes de la misma representan más de un tercio de los ingresos de las explotaciones del olivar, porcentaje superior a la media del sector agrario.

• El riesgo de disminución y reconversión de las ayudas agrarias provenientes de la PAC (Unión Europea) a partir de 2013, unido a la experiencia acumulada en otros países productores (Túnez, Marruecos o Argentina), ha determinado la introducción de modelos de olivar intensivo o superintensivo (hiperintensivo), con notables diferencias respecto al olivar tradicional, y muy demandante de fertilizantes y fitosanitarios. De esta manera, se persigue ser competitivos incrementando, aún más, la producción y reduciendo los costes de la mano de obra. Estos cambios han provocado externalidades medioambientales muy graves. La erosión del suelo por destrucción de la vegetación espontánea (pérdida de suelo fértil), la sobreexplotación y contaminación de los recursos hídricos, la pérdida de biodiversidad y la banalización de los paisajes tradicionales son muy acusados, a pesar de algunas iniciativas, vinculadas a la propia PAC, con el propósito de reducir esas externalidades ambientales negativas.

• Estacionalidad de la campaña de recolección de la aceituna (meses de noviembre y diciembre).

• Las actividades relacionadas con el oleoturismo en Andalucía se caracterizan por su estacionalidad, presentándose picos de actividad en Navidad (diciembre-enero), Semana Santa (marzo-abril), verano (julio-agosto) y algunos días festivos en el ámbito regional y nacional.

• En algunas épocas del año la oferta de plazas hoteleras (casas rurales y hoteles rurales) es insuficiente, no satisfaciendo la demanda existente que se dirige hacia otras zonas y experiencias.

• La inadecuada capacitación de trabajadores y empresarios del sector. Generalmente se incorporan personas de las zonas rurales con dedicación previa a actividades agrícolas, ganaderas o de otro tipo, que no han tenido relación alguna con la actividad turística y, por lo tanto, sin ningún tipo de formación específica. Este déficit formativo afecta negativamente a la percepción de calidad de los servicios por parte de clientes cada vez más exigentes.

• La falta de conciencia, en gran parte de la población de las zonas en las que estas actividades se realizan, de que el oleoturismo puede representar realmente una fuente de ingresos complementarios a los obtenidos con la actividad agraria.

• Destaca la ausencia de una visión estratégica que integre transversalmente cultivo del olivo, desarrollo sostenible y actividad turística, para fomentar la sostenibilidad del medio ambiente y la generación de riqueza y empleo. Suele existir poca coordinación entre las acciones que impulsa el sector turístico y las desarrolladas por el resto de sectores de actividad.

• Al igual que en otros sectores de actividad, faltan emprendedores.

• Falta de experiencia en la comercialización (el marketing) de esta modalidad turística. El resultado es la oferta de un “producto desestructurado”, el cual tiene bastante limitada su promoción, dado que existen problemas para acceder a los canales tradicionales de distribución turística. En este mismo sentido, el grado de innovación tecnológica en este segmento es muy bajo, lo que dificulta aún más la promoción de la oferta.

• El acceso a la financiación ajena, por parte de las pequeñas y las medianas empresas del sector, es muy limitado.

• Pérdida progresiva de actividades y saberes tradicionales relacionados con el proceso productivo del aceite de oliva.

• Incremento del gasto vinculado a tareas de mantenimiento de las almazaras en las que se realizan actividades relacionadas con el oleoturismo.

• Ausencia de relevo generacional y consiguiente reducción paulatina de los agricultores profesionales.

2. Amenazas

• Existencia de un componente estacional importante, para la realización de determinadas actividades turísticas, al depender de la realización de tareas y periodos correspondientes a la recogida de aceituna y la producción de aceite.

• La persistencia, en algunas zonas, de vertederos incontrolados que afectan negativamente a los paisajes del olivar y que hacen inviable cualquier actividad turística relacionada con ellos.

• La crisis económica reduce las visitas y el gasto de los turistas.

• Todavía hay personas que consideran al oleoturismo como una modalidad reservada para aquellos segmentos sociales con rentas más altas. En definitiva, turismo de lujo.

• Excesiva mercantilización de algunas manifestaciones culturales vinculadas al aceite de oliva.

• En determinados casos existe la posibilidad de que, debido al desarrollo de esta actividad turística, se produzca la pérdida de identidad y de algunos valores autóctonos, además de cambios irreversibles en la forma de vida local.

• Unos precios de mercado del aceite (en origen) por debajo del nivel mínimo que hace viables a un gran número de explotaciones. Durante los últimos años, el consumo del aceite de oliva ha experimentado un repunte más que considerable. Sin embargo, estas condiciones de mercado tan favorables no están teniendo su reflejo en los precios pagados a los agricultores. El precio del aceite de oliva virgen en origen ha caído muy por debajo de unos costes de producción en aumento. De este modo, el esfuerzo inversor realizado por productores y almazaras, para conseguir una materia prima de máxima calidad, no se está viendo recompensado y eso ya está pasando factura en términos de renta y empleo en zonas productoras. Esta problemática no afecta solo a los olivareros, sino al conjunto de la población de muchas zonas y comarcas del medio rural andaluz en las que esta actividad es la principal generadora de riqueza y empleo.

• Los sistemas intensivos y/o superintensivos terminarán marginalizando a las explotaciones de olivar tradicionales (dos tercios de la superficie total de olivar en Andalucía), fundamentalmente en zonas de montaña.

• Las actividades turísticas provocan la subida de los precios en las zonas en las que se llevan a cabo.

• En algunas zonas, expansión urbanística desordenada y sin planeamiento, con escaso o nulo respeto por los paisajes del olivar.

• Despoblamiento de las áreas de montaña y pérdida acelerada de patrimonio etnológico, tanto material como inmaterial.

• La mayor dependencia de las subvenciones (53% por ciento del total del pago único recibido) ha hecho del olivar andaluz uno de los sectores más amenazados por la reforma de la PAC (sexenio 2014-2020).

Lo que pueda suceder cuando las ayudas de la Unión Europea pierdan la importancia que ahora tienen. Los distintos programas desarrollados han propiciado que Andalucía recibiese, cada año, una cantidad importante de recursos, de los que la cuantía más importante se destina a la agricultura y al desarrollo rural. El nuevo programa de ayudas para 2014-2020 contempla para la región alrededor de 1.906 millones de euros al año para la agricultura y el desarrollo rural. En este nuevo marco se va a producir un descenso de las subvenciones al pasar la comunidad andaluza del grupo de regiones menos desarrolladas a la condición de región en transición.

Con el desacoplamiento de las ayudas a la producción, los oleicultores no estarán obligados a seguir produciendo para recibir la subvención, por lo cual aquellos olivares menos productivos, generalmente en zonas de montaña, presentan un alto riesgo de abandono. Teniendo en cuenta que las zonas en las que se encuentran estos olivares suelen presentar un alto valor medioambiental, en muchos casos adyacentes a espacios naturales protegidos, su abandono puede poner en riesgo el equilibrio ecológico de algunas zonas.

Por otro lado, se prevé que la mencionada reforma determine que el olivar tradicional andaluz pase a ser poco rentable, y siempre gracias a la percepción de las ayudas, pues de otro modo esta modalidad, la de mayor implantación en Andalucía, dejaría de ser económicamente viable. Por lo tanto, este proceso de cambio abre una nueva etapa en la dinámica de los paisajes del olivar andaluces y la no consideración de la multifuncionalidad de estos sistemas agrarios, a la hora del diseño de las políticas agrarias y de desarrollo rural, conllevará la desaparición de aquellas explotaciones que no alcancen un nivel mínimo de competitividad al considerarse, exclusivamente, su función productiva e ignorarse el resto de beneficios sociales asociados a dichos sistemas.

• El patrimonio arquitectónico tradicional (molinos de aceite, cortijos, etc.) sufre, en general, un acusado proceso de deterioro, afecta negativamente a la estética de los paisajes del olivar en la región.

3. Fortalezas

• Muchas de las actividades vinculadas al oleoturismo pueden contribuir a la conservación de las infraestructuras y la puesta en valor del patrimonio territorial y cultural relacionado con el aceite de oliva.

• En Andalucía existe una gran tradición turística y se ha acumulado una gran experiencia en el sector del turismo.

• En bastantes zonas se dispone de una buena red de comunicaciones, tanto carreteras como vía férrea, con el resto de la región y de España.

• Las propuestas vinculadas al oleoturismo se pueden combinar fácilmente con otras modalidades turísticas presentes en las mismas zonas o comarcas: senderismo, actividad cinegética, turismo de naturaleza, turismo fotográfico y otras actividades que se pueden desarrollar en el medio rural.

• Andalucía cuenta con un importante patrimonio artístico y monumental. Ciudades y pueblos que ofrecen la posibilidad de visitar lugares históricos y/o conjuntos arquitectónicos (iglesias, casas señoriales, castillos, ermitas, puentes y museos).

• Durante todo el año se puede disfrutar en esta región de innumerables festejos y actividades culturales: carnavales en febrero; Semana Santa, fiesta de las cruces y romerías en primavera; veladas y verbenas durante los meses de verano y la celebración de ferias desde el mes de abril hasta finales de septiembre. Además, son muchas las actividades culturales que se llevan a cabo: teatros callejeros, festivales flamencos, concursos de pintura, fotografía, literarios, etc.

• Recuperación y reactivación de tradiciones locales y fiestas etnográficas basadas en el patrimonio cultural vinculado al olivar.

• Para realizar algunas actividades de oleoturismo no se exige unas condiciones climáticas favorables, lo cual hace factible que se puedan desarrollar durante bastantes meses a lo largo del año. Este hecho es de gran importancia tanto para la generación de empleo estable como para la generación menos estacional de rentas, circunstancias que no suelen darse en otras modalidades turísticas.

• La mayoría de la población que habita las zonas en las que se desarrollan actividades relacionadas con el oleoturismo se caracteriza por ser excelentes anfitriones y gente hospitalaria, abierta y acogedora.

• Se ha producido un aumento del asociacionismo en los municipios rurales. En este sentido, resaltar el protagonismo de las sociedades cooperativas olivareras y su estrecho vínculo con el desarrollo rural. La cooperativa es una fórmula idónea para el desarrollo del potencial endógeno de una zona.

4. Oportunidades

• La evidente saturación de los destinos tradicionales. Durante las últimas décadas se está evidenciando un cambio en los hábitos de los turistas. Aumenta así la demanda de nuevas experiencias y se atenúa la afluencia a los destinos clásicos. Es en esta búsqueda de la exclusividad cuando el patrimonio territorial y la cultura local cobran fuerza, convirtiendo su particularidad en un valor añadido: la cultura del aceite de oliva y todas sus manifestaciones patrimoniales.

Además, los hábitos y los valores de la población se transforman. En este proceso destaca la nueva sensibilidad que muestran muchas personas respecto a lo que se conoce como turismo rural sostenible. La urbanización, el régimen de vida y de trabajo en la ciudad, todo ello determina la necesidad y el deseo de amplios sectores de poblaciones urbanas de disfrutar de periodos de descanso fuera de su hábitat habitual. Se busca, sobre todo, realizar actividades en un entorno rural/natural y tradicional. En definitiva, el interés creciente por el patrimonio territorial y la cultura de las zonas rurales proveniente de las poblaciones urbanas que, por su condición, se han visto privadas de su conocimiento y disfrute. El entorno en el que se encuentran los olivares y la mayor parte de las almazaras de producción de aceite de oliva es el medio rural, lo que significa que el oleoturismo puede ser considerado como una práctica vinculada al turismo rural.

• Cada vez son más las personas que exigen alta calidad en la prestación de los servicios turísticos, no constituyendo el oleoturismo una excepción a este respecto. En particular, cada vez más turistas están dispuestas a pagar precios más elevados por productos autóctonos con denominación de origen. Conviene recordar que, actualmente, en Andalucía están reconocidas 12 Denominaciones de Origen del Aceite de Oliva.

• El oleoturismo contribuye a mejorar la imagen y las ventas del aceite de oliva.

• Se incrementa el número de consumidores que optan por los productos ecológicos, entre ellos, el aceite de oliva. En Andalucía se encuentran localizadas un número importante de empresas relacionadas con la producción de aceite de oliva ecológico.

• Los olivares son grandes extensiones que pueden capturar el CO2 atmosférico y almacenarlo en forma de carbono en la materia orgánica, lo que les confiere el carácter de sumideros de este gas de efecto invernadero. Además, se puede usar los restos de poda como biomasa, para producir energía.

Por otro lado, el olivar más tradicional, considerado como auténtico bosque mediterráneo, presenta un valor medioambiental indiscutible ya que contribuye a frenar el proceso de la erosión y el avance de la desertificación. Un paso firme en la expansión de los métodos ecológicos resulta fundamental, pues solo así se podrá seguir presentando a los olivareros como garantes de la conservación del medio ambiente y oferentes de productos de extrema calidad, lo cual justificará obviamente su reconocimiento social y, por ende, la valorización de su actividad por los mercados y por las instituciones públicas.

• El cambio del papel económico y social de la tradicional función productiva de alimentos de las zonas rurales, a través de una reestructuración de la estructura productiva, ofrece nuevas oportunidades de empleo para la población y un refuerzo de las funciones que la economía social viene desempeñando en zonas rurales. Así es posible el incremento de las rentas obtenidas por los habitantes de las zonas productoras de aceite de oliva, gracias al desarrollo de actividades complementarias relacionadas con la valorización y puesta en uso de recursos locales vinculados a la cultura del olivo. Conviene precisar que el oleoturismo no sería la fuente principal de ingresos, sino un complemento de renta. Esto contribuirá, además, a evitar los flujos migratorios hacia las zonas urbanas.

• Ha aumentado la sensibilidad de las administraciones públicas hacia el sector turístico en el medio rural, lo cual se ha traducido en un mayor apoyo, ofreciendo protección y recuperación del patrimonio histórico y otro tipo de iniciativas.

• Las políticas públicas de fomento del desarrollo de las zonas rurales. Las iniciativas comunitarias, como los programas Leader I, II y Leader +, Proder, Feder, Feader o la Ley del Olivar en Andalucía, han permitido implementar un conjunto de programas para el desarrollo rural con los objetivos de lograr el desarrollo endógeno y sostenido del medio rural, el fortalecimiento y diversificación de su economía, de las actividades en el ámbito agrario y ámbitos afines, el mantenimiento de la población, así como el aumento de las rentas y el bienestar de sus habitantes y el fomento de la conservación del espacio, del patrimonio rural y de los recursos naturales, existiendo en todos ellos mención al desarrollo de actividades de turismo rural.

• La última reforma de la PAC ha supuesto una apuesta decidida por un modelo dual de agricultura europea: por un lado se intenta orientar las producciones agrícolas hacia las demandas del mercado y, por otro, se pretende maximizar la provisión de externalidades positivas por parte del sector agrario. De esta forma, el apoyo a los agricultores se intenta justificar no tanto por la producción alimentaria sino por la provisión de servicios que se encuadran dentro del carácter multifuncional de la agricultura. Se amplía así el debate sobre la multifuncionalidad de la agricultura, para abordar la multifuncionalidad del medio rural. Este medio constituye un ámbito esencial para el diseño de estrategias, y la noción de multifuncionalidad del medio rural representa un argumento consistente para la elaboración de políticas que, aprovechando de forma sostenible los recursos existentes, contribuyan al incremento del bienestar, no solo de los agricultores, sino de todo el conjunto de la población rural.

Fuente:
Millán Vásquez de la Torre, María Genoveva, Hidalgo, Luis Amador, & Arjona Fuentes, Juan Manuel. (2015). El oleoturismo: una alternativa para preservar los paisajes del olivar y promover el desarrollo rural y regional de Andalucía (España). Revista de geografía Norte Grande, (60), 195-214. Recuperado en 21 de septiembre de 2015, de http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-34022015000100011&lng=es&tlng=es. 10.4067/S0718-34022015000100011.

Bill Gates, empresario y filántropo estadounidense, cofundador de la empresa de software Microsoft, dijo:

“La innovación guiada por pequeños agricultores, adaptada a circunstancias locales y sustentable para la economía y el ambiente, será necesaria para asegurar la seguridad alimentaria en el futuro”

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