Las altas temperaturas no están ayudando en la floración del olivar. Estas semanas atrás parece que han causado más daños en el olivar de lo que pensamos, el calor no es buen amigo de la floración del olivar, de hecho, impide que se desarrolle adecuadamente el proceso de la floración, produciendo efectos muy negativos e incluso puede acabar con gran parte de la cosecha.
Cuando terminamos de coger la aceituna y comenzamos los trabajos de abonado, corta, etc del olivar, ya estamos pensando en las probabilidades que tenemos de obtener cosecha, por aquello de la vecería (alternancia en las cosechas), como el año pasado fue un desastre, casi comparable al de hace tres años, (aunque no tanto), pero sin caer en la cuenta de que el clima tiene la última palabra, la escasez de lluvias, el exceso de calor, etc..
Esta primavera parece que no está viniendo como pensábamos, y aunque han bajado las temperaturas estos días, el daño puede que esté ya hecho …. el polen puede llegar a perder su capacidad germinativa. Otro dato a tener en cuenta, es la escasez de agua que están sufriendo los olivos por la falta de lluvias, que reduce el número de flores.
Debido a la escasez de la cosecha pasada, una de las más cortas de los últimos tiempos, teníamos puestas nuestras esperanzas en esta, veremos a ver si este calor no ha hecho demasiada mella en la floración del olivar.
Por consolarnos, podemos pensar que los olivos viejos (lo que más tenemos en Jaén), resisten mejor la escasez de precipitaciones, que los nuevos, que acusan mucho más el estrés hídrico, (que bien que hablo 😉 jeje), pero claro.. hasta un punto.
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