Blog del Olivar

olivar de cazorla

La explotación  de un olivar en Cazorla por parte de la Asociación de Parados Agrarios y Forestales Gilillo,  situado en un suelo propiedad de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía ha permitido la generación de 110 jornales en labores de mantenimiento y recogida de la cosecha a ocho personas en situación de desempleo.

 Según ha informado el Gobierno andaluz en una nota, 75 jornales se han empleado en tareas de recolección de más de 20.000 kilos de aceitunas, convertidas en unos 5.000 litros de aceite por cooperativas de Cazorla, Quesada y La Iruela a las que han sido entregada la cosecha. Los 35 restantes se han utilizado en labores de desbroce, poda y preparación de los árboles.

 Esta iniciativa tiene su origen en un acuerdo alcanzado entre la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) y la mencionada asociación para la gestión de dicho olivar, localizado en un suelo propiedad de la Consejería que dirige Elena Cortés en el Polígono Industrial Cerro del Cabezuelo, que está pendiente de ser urbanizado.

Parte de ese terreno, unos 80.000 metros cuadrados, contiene una plantación con aproximadamente 500 olivos, que necesitan cuidados de desbroce y poda en tanto no se inicien las obras de urbanización, a fin de evitar incendios, plagas y otros daños que podrían afectar, además, a los suelos colindantes e incluso a las naves existentes en dicho polígono.

 En virtud de ese acuerdo, AVRA cede el uso del olivar en los terrenos indicados, sin coste alguno para la entidad que los recibe, la cual asume a cambio la obligación del mantenimiento y conservación del olivar, todo ello con carácter provisional y por un período de doce meses. Esta decisión se ajusta a la política de la Consejería de Fomento y Vivienda de dar utilidad social a los suelos productivos en desuso, destinándolos, para su aprovechamiento como explotación agrícola, a aquellos colectivos de economía social que de una forma ecológica y sostenible se organizan para generar autoempleo.

Estas nuevas líneas de actuación, así como el desarrollo de huertos vecinales que próximamente se van a poner en marcha en varios puntos de la provincia, completan las políticas de carácter social puestas en marcha por la Consejería que redundan en el objetivo de propiciar ciudades más sostenibles y habitables.

Una buena iniciativa por parte de la Junta, una pena que no esté más generalizada.

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