Mar 25

Grupos de investigación de la UJA ofrecen nuevos servicios para el olivar

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Investigadores del grupo Informática Gráfica y Geomática y del grupo Microgeodesia Jaén de la Universidad de Jaén, coordinados por el catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UJA Francisco R. Feito, ofrecen la posibilidad de monitorizar el estado y la evolución térmica del olivar mediante cámaras termográficas.

Estos servicios se ofrecen basados en el uso de drones

Los fondos del equipamiento proceden de financiación obtenida a través del Plan de Apoyo a la Investigación de la Universidad y de distintos proyectos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Francisco R. Feito asegura que hasta ahora ninguna entidad de la provincia está aportando financiación para estos desarrollos, aunque espera que pronto lo hagan de modo que se potencien más estos servicios.

Además del olivar, estás cámaras pueden aportar información necesaria para el mantenimiento de instalaciones de placas solares, evolución de humedales, evaluación de plantas industriales, etc., explica el investigador de la UJA.

Fuente: https://diariodigital.ujaen.es

Ene 25

Curso de piloto de Dron

Dron volando

Dron sobre volando el olivar

El dron viene a cubrir dos limitaciones que tienen los satélites en el manejo de cultivos, como son la falta de imágenes con resolución espacial y espectral óptimas y una mejora en la capacidad de actualización de datos necesarios para detectar problemas que afectan al desarrollo del cultivo. Tampoco las alternativas aéreas tripuladas resultan efectivas debido a sus altos costes operativos.

El uso del dron en olivar, viene siendo la mejor alternativa a satélites y aviones pero sigue siendo caro cuando no se dispone de los sensores y es necesario contratar las horas de trabajo (en torno a 600 euros por media jornada) pero también es cierto que a medida que se extienda su uso se reducirán los costes y será asequible.

Dejando de lado el tema económico, sus aplicaciones y ventajas son claras y el futuro de los drones en olivar está más que asegurado, especialmente en el cultivo del olivar en intensivo.

Podéis ver este vídeo sobre el uso del dron en el olivar,  es un  interesante  estudio llevado a cabo por investigadores del CSIC,

Curso sobre Drones

El próximo 19 de febrero comienza nuestro próximo curso de Piloto Profesional de Dron, que se imparte gracias a la colaboración de ASAJA-Jaén con Smartflight y Hemav. Los alumnos, una vez realizadas las pruebas correspondientes y las clases prácticas, obtendrán el carné de piloto profesional de dron de menos de 25 kilos homologado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA)  y lo podrán aplicar en las diferentes tareas y profesiones que requieren del uso de drones, así como en la Agricultura de Precisión.

Los interesados en conocer los precios y el contenido del curso, pueden hacerlo pinchando aquí.

Deben recordar que todos los socios de ASAJA-Jaén cuentan con un 10% de descuento sobre el precio del curso.

Para inscribirse, puede hacerlo pinchando aquí.

Fuente: www.asajajaen.com

Jun 05

El olivar ha pasado de las cabañuelas a los drones

Dron sobre volando olivar

Dron sobre volando olivar

El artículo que publica el diario.es puede ser muy descriptivo de la evolución que está teniendo nuestro olivar, en el que pasamos de las cabañuelas, que se basan en la observación de los vientos, las nubes, la temperatura, las plantas, el comportamiento de los animales… en los primeros 24 días de agosto, es entonces el principal método de predicción meteorológica en el campo, a la tecnología punta actual de los drones.

Años setenta. Hasta ese momento los bajos salarios no habían estimulado que los propietarios introdujesen adelantos técnicos en el campo, pero la emigración a las ciudades, reduciendo a la mitad la mano de obra agrícola, y el aumento de salarios incentivan la mecanización, sin embargo, llega la crisis…

2016. Han pasado casi cien años desde ese congreso sobre oleicultura y aunque ahora continuamos hablando de jornaleros, de trabajo de sol a sol y de temporeros en los distintos cultivos, poco tiene que ver esa agricultura con la situación actual. Los avances tecnológicos se han ido aplicando casi sin que los propios trabajadores del campo se hayan percatado, mimetizándose en la naturaleza.

Desde la maquinaria en la recolección o los fertirriegos (fertilización del cultivo a través del sistema de riego), a sensores y drones que ya comienzan a surcar los cielos andaluces facilitando información sobre el estado de cultivos, del terreno, del campo. Todo ello sin hablar del marketing digital o de la nueva figura del llamado agrocommunity manager.

El olivar y su aportación a la economía

En el olivar, que aporta en torno a una cuarta parte de toda la producción agraria andaluza y el 30% del empleo en el campo, la mecanización de la recolección ha sido un gran paso, según explica Victorino Vega, técnico especialista del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) Centro Alameda del Obispo. Se trata de un cultivo modélico al haberse ido adaptando a los avances.

Los tradicionales varejones (palos con los que se golpea el olivo para que caiga la aceituna)  se han ido sustituyendo por las máquinas vibradoras, y para recoger la aceituna del suelo hay aspiradoras, sopladoras o barredoras. El sistema más moderno es la utilización de cosechadoras de paraguas invertido con las que el fruto cae por vibración a una especie de paraguas que se coloca bajo el árbol.

Pero al final, la modernización es un compendio de muchas cosas, entre las que se incluyen la modificación del diseño de las plantaciones, pasando de las tradicionales al intensivo (con 200-450 árboles por hectárea) y al superintensivo o en seto (con entre 1.500-2.000 árboles/hectárea). ¿Donde quedará el olivar de pendiente?

El 25 por ciento del olivar andaluz ya se cultiva en Producción Integrada, (395.000 hectáreas en 2014), controladas por técnicos y donde se permite el empleo de todas las tecnologías disponibles, pero elegidas y aplicadas en el momento y forma adecuada, combinando aspectos biológicos, ecológicos del cultivo con aquellos que se refieren a maquinaria, manejo de suelo, riego, fertilizantes, o productos que ayuden al control de plagas y enfermedades.

Aviones no tripulados para vigilar el olivar

Los drones, esas pequeñas aeronaves no tripuladas que parecían los protagonistas de un futuro más lejano, se encuentran ya realizando tareas en la agricultura. En abril unas 200 personas se formaban en Granada para su uso en el control y seguimiento de explotaciones agrarias. Hace unos días otro curso tenía lugar en la provincia de Jaén.  Las tareas que realizan son de seguimiento, prevención y control del agua y el suelo y de las distintas incidencias que se puedan presentar en las explotaciones.

Según Victorino Vega, la utilización de drones es relativamente barato y puede ser asequible para explotaciones de entre 15 y 30 hectáreas. Hay empresas que hacen vuelos por entre 20/25 euros la hectárea para vuelos mínimos de 10 hectáreas. “Y se pondrá muchos más barato”, asegura, “porque la tecnología es costosa cuando la demanda es pequeña pero este es el futuro. Un futuro que cada día es más presente.

También estas pequeñas aeronaves no tripuladas realizan tareas de vigilancia. La Diputación de Jaén aportaba hace unos meses 90.000 euros, para que unos drones, equipados con un sistema de sensores infrarrojos y cámaras termográficas, controladas de forma remota, “vigilen” las fincas de olivar y eviten los robos o intrusiones durante la noche.

Riegos controlados en el olivar

Muy importantes han sido los avances en el riego, especialmente cuando el conseguir agua se convierte en un reto y una de las principales causas de que los agricultores miren al cielo. En 1990 la superficie de riego en el olivar en Andalucía no superaba las 100.000 hectáreas y hoy tiene cerca de 580.000 hectáreas. Casi en su totalidad con riego localizado, el más eficiente que permite aportar el agua de forma precisa sólo donde se puede aprovechar y en bajas cantidades.

El IFAPA participa en el proyecto ‘FERTINNOWA’, incluido entre un total de 23 grupos de investigación y transferencia, empresas privadas y productores de diez países. El objetivo es crear una base de datos sobre el uso de tecnologías innovadoras y prácticas de manejo de sistemas de fertirriego, y trasladarlo al campo en el sector hortofrutícola. Para ello, primero se estudiarán todas las tecnologías existentes en el sector, las necesidades de los agricultores y las técnicas que son más asumibles económicamente. Se pretende así romper la brecha entre investigación y su aplicación, según explica Elisa Suárez, investigadora del IFAPA.

Almería, asegura Elisa Suárez, es la más avanzada en este sentido, en el uso de nuevas tecnologías como sensores, control de abonado… En esta provincia se encuentra la mayor concentración de invernaderos del mundo, con una superficie estimada de 30.000 hectáreas de cultivos. Gracias a la sucesiva incorporación tecnológica ha conseguido alcanzar una alta productividad por hectárea.

Del campo a las redes sociales

Pero el modelo de vida 2.0 que ha cambiado la imagen de muchos jornaleros y agrónomos no solo se refleja en la maquinaria y la necesidad de analizar y aplicar la gran cantidad de datos que se recogen diariamente en el campo sino que se traslada en la forma de vivir y vender el producto. De ahí el agromarketing digital o la figura del agrocommunity manager.

Agromarketing digital

Las cooperativas de aceite jiennenses también se suben al carro del comercio on line, que tiene una tendencia imparable con 15 millones de usuarios en España y para el que no basta con tener una página web. Son muchas las que venden desde hace años a través de las redes sociales otras se preparan para ello como las 17 que se han formado hace unos meses en esa aventura del marketing digital para la industria agroalimentaria gracias al programa Cooperativas & Redes organizado por la Diputación de Jaén con la colaboración de la Junta de Andalucía  -a través de la Fundación del Olivar-, y de la Universidad de Jaén (UJA).

Se trata de un camino que ya han emprendido, con buenos resultados, muchos olivicultores e industrias agroalimentarias. Lo que pasa por la creación y el diseño de la propia marca, asesoría de marketing y ayuda logística en la comercialización.

Maquinaria, tecnología, sensores, drones, redes sociales, lejos quedan ya los animales cargados de capazos para transportar las hortalizas o las aceitunas desde el campo. Aunque según un documento de la FAO ( “Agricultura mundial: hacia los años 2015/2030”), Para el siglo XXI se necesita una segunda revolución doblemente verde en tecnología agrícola. Ya no importa solo aumentar la producción, sino la calidad y que está sea respetuosa con el medio ambiente.

Mar 07

Drones para controlar intrusos en el olivar

Dron sobre un olivar

Dron sobre un olivar

Los robos en el campo traen de cabeza a muchos agricultores. Un “dron”, equipado con sistema de sensores nocturnos e infrarrojos, puede detectar visitas nocturnas indeseadas en las fincas agrícolas. Una solución tecnológica que puede facilitar la lucha contra las sustracciones en el campo.

Un proyecto de I+D permitirá detectar intrusos en fincas agrícolas y ganaderas durante la noche a través de aeronaves no tripuladas (UAS/RPAS), más conocidos como “drones”, provistas de sensores infrarrojos y cámaras termográficas controladas de forma remota.

En un comunicado, la Fundación Andaluza de Desarrollo Aerospacial (FADA) ha explicado que desarrollará este nuevo proyecto, denominado “Mochuelo”, a través del Centro de Vuelos Experimentales Atlas, y que estará dirigido a mejorar la vigilancia y seguridad de las explotaciones agrícolas.

El director general de FADA, Joaquín Rodríguez Grau, ha señalado que el objetivo es “demostrar que es posible que estas plataformas no tripuladas patrullen en entornos agroforestales por la noche y puedan detectar la presencia de personas que no deberían estar ahí a esas horas“.

La iniciativa, que acaba de comenzar y que está previsto finalice a mediados de año, se llevará a cabo inicialmente sobre las fincas de olivar situadas en el entorno del Centro Atlas, en Villacarrillo (Jaén), aunque su uso será extensivo a cualquier explotación agrícola.

Para ello, ha suscrito un acuerdo con la Diputación de Jaén, que aporta 90.000 euros, para que estos drones  equipados con un sistema de sensores nocturnos e infrarrojos “vigilen” las fincas y “eviten así los robos o intrusiones no permitidas en ellas”.

Para el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, “se trata de un proyecto que puede ser muy útil en muchos territorios, pero especialmente en una provincia como Jaén, con más de 66 millones de olivos, en la que cada año se producen multitud de denuncias por robos en el campo“.

Grau ha remarcado que el Centro Atlas dispone de tecnología única para el vuelo de aviones no tripulados fuera de línea de vista, es decir, que vuelen a más de 500 metros de su operador, algo que sólo se puede hacer en situación de emergencia o en un espacio aéreo segregado.

Ha añadido que cuenta con “el único espacio segregado para uso civil certificado por la Agencia Espacial de Seguridad Aérea (AESA), lo que supone una gran ventaja competitiva y lo convierte en el único de España donde se puede desarrollar este proyecto.

Fuente y foto:Efeagro.com

“El hombre, después de robado, pone el candado.”  .. Refrán popular.