Inversores extranjeros buscan gangas en el sector del olivar, aprovechando la crisis, empresarios chinos y rusos sondean a propietarios de grandes fincas de olivos y de almazaras de Andalucía y Castilla-La Mancha, y en Portugal, entre otras zonas, para adquirirlas, teniendo en cuenta la dificil situacion financiera a la que ha llevado la crisis a nuestras empresas oleícolas.
Este tipo de inversores contactan a través de corredores españoles para que a su vez, efectúan los contactos con propietarios de grandes fincas o empresas del sector que se encuentren en dificultades, y todo ello, con gran discreción. Además de las propiedades, los inversores chinos también sondean en España posibles socios tecnológicos para impulsar su propia industria, es decir, ampliar sus plantaciones de olivos y construir almazaras en su territorio y anticiparse así al auge del consumo de aceite de oliva en su país.