Las jornadas agrarias siempre se han comprado, vendido, y más cuando se agravan los problemas en la agricutura por la escasez de cosecha, debido a problemas climátologicos, o tambien por las bajadas de precios de venta en origen del aceite y sus escasos beneficios para el agricultor, para el empresario agrícola, lo que hace que se reduzcan drásticamente las jornadas agrarias.
En esta situación no queda más remedio a miles de agricultores, que recurrir a la búsqueda desesperada de las jornadas agrarias necesarias y que si bien, hay periodos o años en los que los respectivos gobiernos se sensibilizan algo con el problema del campo, en la mayoría de las ocasiones, miran para otro lado, dejando apartado el grave problema de la subsistencia en el mundo rural durante gran parte del año.