Ese es el dilema, cuando vender o no vender aceite de oliva. Algo que a primera vista parece muy difícil, a lo mejor no lo es tanto, siempre y cuando no busquemos, como se dice vulgarmente, “el último duro”, o dicho de otra forma, “la avaricia rompe el saco”.
En este sentido, no hay que entender que no se busque maximizar los beneficios, ¡no!, me refiero que el momento de vender es cuando consideremos que el precio ofrecido es razonable, y el precio que hemos tenido estas semanas atrás, era y es razonable, de ahí que en noticias anteriores, al final del post, acabábamos diciendo “es momento de ir pensando en vender”, vender poco a poco, pero vender, por que si buscas el máximo, al final te puedes encontrar con el mínimo. Otro problema añadido que tiene no vender cuando el precio está subiendo, es que mentalmente es más difícil vender aceite de oliva cuando está bajando, seguramente por prejuicios, por que los socios no entiendan que no hayas vendido a un precio superior, y justo cuando empieza la bajada, te lances a vender.. pero claro, esa forma de pensar es la que hace que al final se venda a precios mucho peores.
Cada oferta que llega a las fábricas, a la cooperativas, casi siempre son vistas como si fuese el precio al que se liquidará a los socios, ese es el primer gran error, no puede un consejo rector estar pensando un mes o dos, a veces varios meses, cual es el precio más alto, cual será la oferta que les parecerá máxima y justo cuando lo han decidido, venden 100, 200 o 300 toneladas, en función del tamaño de la cooperativa, es decir, que venden una parte muy pequeña, que fraccionan bastante las ventas, y fraccionar las ventas es bueno, lo malo es que se esté esperando el precio más alto para vender una parte pequeña, al final acabará bajando y la bodega seguirá estando medio vender.
En mi opinión, siempre hay que vender pensando en dos cosas, la primera, como decía al principio, buscando un precio razonable y la segunda, pensando que al final lo que importa es el precio medio de todas las ventas realizadas, ¿para que se fuerza “la máquina” buscando el máximo precio de aceite de oliva si luego solo vendes una parte muy pequeña?. Esta forma de vender aceite de oliva solo se entendería si se vendiese toda la bodega, toda la producción a la vez, pero eso tiene un riesgo altísimo, no es aconsejable esa forma de actuar. Vende a precios razonables, según se esté moviendo el mercado, y haz la media de todas las ventas, seguro que no sale tan mal.
El 27 de Mayo de 2014 publicamos un artículo sobre la venta de aceite de oliva, ese gran misterio, un estudio realizado por nuestro equipo en el que se mostraba que las fechas mejores para vender eran los primeros meses del año, salvo excepciones, desde el 2000 hasta el 2014, la mayoría de los años se hubiese realizado una buena liquidación del aceite, entonces viene la pregunta del millón, ¿por que no se vende siempre en esas fechas? la respuesta; esto no es una ley exacta, son mercados, pero si es cierto, a la vista de los números, que vendiendo los primeros meses del año, las posibilidades de acierto son mayores. Y ¿ por que no se vende ? esa pregunta, que cada socio la realice en su asamblea a su consejo rector, jejeje.
La única razón en la que entendemos se debe negar una fábrica a vender es cuando el precio del mercado esté por debajo del umbral de la rentabilidad, pero estando por encima y bien por encima como ha sido el caso este año, no creemos que sea bueno aguantar las ventas, por varios motivos.
- Porque si nosotros no vendemos nuestro aceite, otros lo harán, el mercado no solo está en nuestro ombligo.
- Porque lejos de ganar clientes, acabamos perdiendo consumidores por el alto precio, que las economías domésticas no están dispuestos a pagar, y acaban buscando alternativas más baratas.(a la historia reciente me remito).
- Porque un agricultor no puede estar un año “entero” esperando a cobrar su producto, salvo por causas justificadas, como lo pudiera ser lo que anteriormente dicho, la rentabilidad.
- No entremos en la pérdida de rentabilidad debido a los préstamos de campaña, mantenimiento del olivar, etc.
Y seguro que si pensáis cada uno de vosotros, encontrareis más motivos por los que no es bueno ni rentable, aguantar en demasía las ventas de aceite de oliva.
Según el PooRed, este mes de enero el aceite de oliva empezaba rondando los 3 euros para el Aceite de Oliva Virgen Extra y los 2,76 euros para el Virgen, ha ido subiendo llegando a tener picos de hasta los 4,22 euros para el aceite de máxima calidad, pero como decimos que no hay que buscar el pico en el precio, nos vamos a quedar con los precios medios que han estado entre los 3,30 y los 3,40 euros, en Enero y lo mismo para Febrero aunque este último mes con más fluctuaciones. A día de hoy el PoolRed marca para el aceite de oliva Virgen Extra 3,22 euros y 3 para el aceite de oliva Virgen. No hay que olvidar que hace una semana estaban a 3 euros y 2,82 respectivamente.
La cuestión es, ¿esperamos hasta el mes de noviembre esperanzados en que como ha habido poca cosecha los precios subirán a los 4 o 5 o 6 euros?, o si en Julio o Agosto vemos que hay buena cosecha ¿nos lanzamos a vender en Septiembre?, provocando nosotros mismos una caída del precio del aceite.
Allá cada uno, pero sigo diciendo lo que dije en Enero y Febrero, ir pensando en vender…. algo ;).
A modo de curiosidad os diré que en los precios internacionales hay de todo , en Grecia está a 3,28 el Virgen Extra y a 2,58 el Virgen y con respecto a Tunéz, si está algo más bajo, el Virgen Extra a 2,91 euros y con relación a Italia, este es otro cantar, si bien, el aceite de oliva Virgen está en línea con el nuestro, un poco más caro, algo por encima de los 3 euros, del Virgen Extra mejor no hablar, jajaja un precio bárbaro.
Soy un periodista brasileño y por muchos años hicieron cubrir el sector agrícola. Desafortunadamente, los problemas de los agricultores son siempre los mismos en cualquier parte del mundo. Incluso cuando se reunieron en las cooperativas, productores de campo no saben promover sus productos. En mi ciudad, Maringá, Paraná, hay una cooperativa agrícola gigantesco y industrializada soja, maíz, café, canola, algodón, etc . Sin embargo, sus productos perden espacio para las empresas extranjeras por falta de divulgación. Mi abuelo paterno era italiano. Mi abuela paterna portugués. Y mis abuelos maternos, español de Almería. Y el aceite estaba siempre presente en nuestras mesas. Teniendo en cuenta que Brasil y América Latina en su conjunto, tienen una gran población de ascendencia europea, me extranha que los países productores de aceite no invierten para aumentar el mercado. Cada vez que compro aceite en los mercados, los consumidores me preguntan sobre qué tipo de azeitem deben comprar. Algunos quieren el aceite que no tiene olor, otros prefieren el más aromático. A medida que el poder de compra en Brasil creció, los nuevos consumidores de aceite son personas que no tienen información sobre el producto. Hasta hace poco, muchos de estos consumidores utilizan en ensaladas aceite de soja…