Agricultor vareando en el olivar
El año 2015, electoral por antonomasia, con cambio de gobierno regional y el paso de dos consejeros de Agricultura y Pesca, ha estado marcado, además de por la sequía y los altos costes de producción, por la aplicación de la nueva Política Comunitaria Agraria (PAC).
Primer año de la PAC
En lo que se refiere a la PAC, este primer año de aplicación tras la reforma aprobada en 2014, que estará vigente hasta el 2020, ha sido muy complicado por los aspectos administrativos de la misma. Hasta este 28 de Diciembre no se ha sabido la asignación definitiva del pago básico, y en estos doce meses no sólo han tenido que entender los entresijos de la última reforma, sino que se han enfrentado a una administración colapsada y han intentado adaptar sus explotaciones a los nuevos requerimientos.
En esta campaña se ha aplicado por primera vez el nuevo sistema de pagos directos, formado por:
- Regímenes de pagos desacoplados (Pago Básico, Pago Verde o Greening y Pago para Jóvenes Agricultores)
- Por ayudas asociadas a los agricultores y ganaderos.
La Consejería recibió en agosto un total de 270.483 solicitudes de ayudas directas. Por provincias, el mayor número fue de Jaén (100.891), por delante de Córdoba y Granada (45.722 y 43.374 peticiones respectivamente). En cuarto lugar Sevilla (31.343), seguida de Málaga (22.514), Huelva (9.570), Almería (8.662) y Cádiz (8.407).
Hasta el día 28 de diciembre no se han podido consultar los derechos provisionales de Pago Básico para cada uno de los años desde 2015 hasta 2019, calculados por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), pero en los últimos dos meses se han emitido tres pagos adelantados a los agricultores, con los que queda abonada el 95% de la ayuda, dejando el 5% para 2016.
Sin embargo, una de las asociaciones agrarias, Asaja, no deja de denunciar que no son pocos los agricultores que aún no han cobrado ni un euro del dinero que Europa les otorga. Centenares de profesionales del campo de comunidades de bienes o sociedades que ven retenida su ayuda por problemas burocráticos.
Altos costes de producción y sequía
Las temperaturas casi primaverales con las que finaliza el 2015 no son buenas para el campo, quitando las escasas lluvias de estos días. Hay preocupación en el sector y ya se habla de pérdidas por sequía y de que si continúa el clima actual, puede haber mermas importantes en el olivar.
En una campaña donde los precios no remontan, con costes cada vez más altos, ya que aunque el petróleo sigue bajando, los abonos no, especialmente los nitrogenados.
Campaña de aceite y aceituna
La campaña de aceite en el periodo 2014-2015, que alcanzó apenas las 675.000 toneladas de aceite en Andalucía (230.000 toneladas en Jaén) generó mucha tensión en los mercados, con un importante aumento del precio en origen, superando los 4 euros en el mes de septiembre, por unas existencias mínimas que hicieron que la campaña de comercialización finalizara con stock cero. Una subida de precio que no afectó sustancialmente a la renta de los olivareros, debido a la escasa producción.
Una tensión a la que no ayudó el que la Comisión decidiera aumentar en 35.000 toneladas el acceso sin arancel de aceite de oliva de Túnez durante dos años, que se suma a las 56.700 toneladas ya concedidas al país magrebí, escudándose en el apoyo al desarrollo del país. Lo que afecta de forma directa al mercado, pero no precisamente para estabilizarlo, ya que altera discriminatoriamente la ley de oferta y demanda a favor de distribuidoras y envasadoras que controlan el mercado del aceite de oliva.
La cosecha actual, a punto de finalizar su recogida, arrastra el déficit de la pasada, donde el stock o enlace de campaña fue nulo. Por tanto, las disponibilidades de aceite para el periodo 2015-2016 serán muy similares a las del año anterior y se volverá a acabar con las cisternas vacías. Sin embargo las previsiones de producción son mejores, veremos a ver como queda la cosa.
En cuanto a la aceituna de mesa, a pesar de que el año ha sido muy seco, con una primavera con golpes de calor en mayo y un verano con temperaturas nocturnas muy elevadas, la producción final no se ha visto mermada, sí la calidad, con menores calibres. Los precios han subido un 30% de media respecto a la campaña pasada, pero un año más no han llegado a cubrir los costes de producción.
Destaca en el sector del olivar, la casi finalización del proceso de creación de la figura de calidad de la IGP (Indicación Geografica Protegida) Aceituna Manzanilla y Gordal de Sevilla, y la aprobación por parte del Ministerio de Agricultura y Alimentación de la solicitud de reconocimiento de la Organización Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva. Nueva Interprofesional que se une a las que ya existen en el sector del olivar, como son la Organización Interprofesional de la Aceituna de mesa y la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español.
Retos del 2016
A lo largo de 2015 han destacado otros hechos, como:
- Logros fiscales para el agricultor.
- Las modificaciones en el Código Penal que endurecen las penas contra los ladrones del campo.
- La modificación del seguro de olivar.
- Las trabas a los jóvenes para acceder a las ventajas que les ofrece la PAC.
- Las ayudas que propician el relevo generacional en el campo.
Pero ya con la mirada puesta en el año que comienza, y aparte de las luchas y metas fijadas de forma concreta en cada sector, la industria agroalimentaria andaluza, que representa casi el 10% del empleo en la región, el 30% de las exportaciones, el 8% del PIB, y una cuarta parte de la producción agraria nacional, tiene ante sí grandes retos. Asegurar el relevo generacional, fomentar la unión para mejorar la dimensión empresarial, especialmente en el sector cooperativo, y poder enfrentarse así a una distribución que en muchos casos fija los precios a la baja, dejando una rentabilidad mínima al productor son algunos de ellos. A los que hay que sumar el aumento de la internacionalización de las empresas, y mejorar en innovación.
También hay que tener en cuenta que se está a la espera de conocer las cifras reales de ejecución del plan de Desarrollo Rural de Andalucía (2007-2013), y la llegada del correspondiente al periodo 2014-2020. En el caso del olivar, el PDRA estará aconsejado por el Consejo Andaluz del Olivar, y con sus fondos se podrá poner en marcha el Plan Director del Olivar, que desarrolla la Ley del Olivar y que hasta ahora, no se ha materializado en ninguna acción concreta, según Asaja, por esa falta de dinero.
Fuente y foto: eldiario.es
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