El peor de los presagios se confirmó este martes por la tarde cuando Estados Unidos decidió incrementar del 21,60 provisional del pasado otoño hasta el 34,75% los aranceles a la importación de la aceituna de mesa andaluza tras la denuncia de empresas californianas para las que las españolas son grandes competidoras. La reacción en contra de todas las administraciones a este lado del Atlántico fue ayer unánime, desde el Gobierno, la Junta y la Unión Europea.
La petición de Susana Díaz.
La petición de la presidenta andaluza, Susana Díaz, a la Unión Europea fue rotunda: «Hay que pararle los pies a Trump». En juego están 8.000 empleos en Andalucía, pero también la Política Agraria Común (PAC), ya que los californianos argumentan ‘dumping’ o competencia desleal por las ayudas europeas que recibe el olivar, lo que puede ser el inicio de nuevos gravámenes a otros productos agrícolas.
La subida del Arancel. (Tributo que se aplica a todos los objetos que son importados).La subida del arancel al no será firme hasta que se pronuncie la Comisión de Comercio Internacional (International Trade Commerce, ITC) el 24 de julio. A esta última fecha se agarran las autoridades españolas para dar una última batalla.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, se reunirá hoy con el consejero andaluz del ramo, Rodrigo Sánchez Haro, para abordar la repercusión en el sector y la propuesta que llevará a su primer consejo de ministros europeos de Agricultura el próximo 18 de junio. Planas, que conoce bien el campo andaluz al haber sido consejero de Agricultura en dos etapas, se pronunció a favor de seguir presionando a Europa para que a su vez esta lo haga a Estados Unidos: «Es una acción unilateral que no puede quedar sin respuesta», adujo.
Lo que la Junta de Andalucía quiere:
La Junta de Andalucía quiere que el ministro presione para que Bruselas adopte la misma reacción que tuvo ante los gravámenes del aluminio y acero hace varias semanas, cuando amenazó con represalias a los productos americanos en el mismo sentido y acudió a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La presidenta andaluza, Susana Díaz, se pronunció en este sentido: Dijo que la UE tiene «herramientas» para ello y que a Donald Trump «hay que pararle los pies porque ha empezado por la aceituna negra de mesa y serán otros muchos productos los que vengan en el futuro inmediato». «Hay que decirle a la Administración del señor Trump, desde el respeto de las instituciones, que este no es el camino y que este camino, evidentemente, también tendrá consecuencias», manifestó. «La Comisión Europea tiene herramientas para hacer frente a esto porque igual que hay productos europeos que buscan comercio en Estados Unidos, también hay productos estadounidenses que buscan comercio en Europa», añadió.
La Unión Europea, cuyo Parlamento ya se pronunció en apoyo de la aceituna de mesa, llamó ayer a la prudencia. Por el momento transmite que no hará lo mismo que con el aluminio y el acero porque la decisión sobre el fruto oleícola no es firme hasta que se pronuncie la ITC en julio. Hasta entonces no se dará el siguiente paso de acudir a la OMC para frenar un incremento de los aranceles que califica de «inaceptables» y «proteccionistas».
La medida de Estados Unidos ya está perjudicando al sector desde que este país anunció el incremento de los gravámenes en 2017. Según informó ayer el consejero de Agricultura y Pesca, Rodrigo Sánchez Haro, el sector ya ha alertado de una caída del 40% y pérdidas de empleo. Las empresas andaluzas venían exportando a EE UU 29,7 millones de toneladas de aceituna negra por importe de 70 millones de euros anuales. «Esta situación, en cinco años, podría crear un perjuicio de 350 millones de euros y se verán afectadas unas 300 empresas, más de dos millones de jornales y unos 8.000 puestos de trabajo», denunció el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro. La provincia más afectada es Sevilla, seguida de Córdoba y también algo de Málaga.
El sector en Andalucía se muestra escéptico y comienza a plantear alternativas. Así lo hará ver al consejero, Rodrigo Sánchez Haro, en la reunión prevista para mañana viernes con representantes de las 300 empresas afectadas y de la patronal Asemesa. Expertos del sector apuestan por varias salidas, una sería buscar otros mercados a la aceituna de mesa que ahora se exporta a Estados Unidos, pero el éxito de esta vía solo se contempla a medio plazo. La presidenta de la Junta ya reclamó ayer al ministro Planas «sensibilidad» para prever ayudas que contrarresten las pérdidas.
Otra salida es la de derivar la aceituna a las almazaras para la producción de aceite. Este supuesto solo puede aplicarse a las aceitunas de la variedad hojiblanca. Pero no a las de la variedad gordal y manzanilla, explican desde la Consejería de Agricultura. Sería la alternativa para aquellas almazaras que además de elaborar aceituna producen aceite de oliva, pero no para otras industrias dedicadas solo a la aceituna.