Olivar de montaña
Los olivos tradicionales están llegando al límite. Las cotizaciones del aceite hacen insostenible su futuro pese a que ocupa el 71% de la superficie cultivada de este cultivo milenario en España. Mientras la campiña cordobesa se sigue llenando de olivos más competitivos, los de sierra solo confían en una subida del aceite o una protección en la nueva PAC.
Las cuentas que se hacen no dejan dudas. Ahora que el Ministerio de Agricultura está impulsando una reforma de la ley de la cadena alimentaria que busca que los precios de venta de las producciones agroalimentarias estén por encima de los costes de producción, el olivar tradicional, ya sea de alta pendiente o de pendiente moderada, busca medidas que contribuyan a que se valore más la labor medioambiental y social que lleva a cabo a través de la protección de las sierras. Así, este tipo de olivar genera más empleo que los modernos olivares intensivos o superintensivos, pero tienen muchos menos ingresos. Por un lado, los agricultores reclaman precios justos adaptados a lo que realmente cuesta obtener un kilo de aceite. Por otro, confían en que la nueva reforma de la Política Agraria Común (PAC) no los vuelva a olvidar como sucedió en la última reforma.
Un estudio reciente de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) destaca que, con los precios actuales de mercado, el 71% de la superficie de olivar cultivada en España no es viable al estimar que los costes de producción son superiores a los precios del aceite, por lo que su futuro solo se ve factible a través de tres medidas:
- Aumento del precio a través de la promoción y de la demanda.
- Reducción de los costes, optimizando la mecanización.
- Modificación del sistema de cultivo mediante una reconversión racional a olivares más intensivos y mecanizables.
AEMO considera que la situación más preocupante es la del olivar tradicional en alta pendiente, pues no son mecanizables, por lo que la única salida que observa es aumentar el valor añadido del aceite, a través de la producción ecológica, y habilitar ayudas públicas adicionales relacionadas con el papel medioambiental de este tipo de olivar en comarcas de sierra y alto valor paisajístico.
El estudio de AEMO clasifica los sistemas de cultivo en cuatro tipos de olivar:
- Olivar tradicional no mecanizable o de alta pendiente, olivar tradicional.
- Mecanizable (secano y regadío), olivar intensivo (secano o regadío).
- Olivar en seto o superintensivo.
En 2010 ya analizó la diferencia entre los costes de producción y el valor del aceite en el mercado, análisis que ahora ha actualizado atendiendo a los costes principales: poda, mantenimiento del suelo, fertilización, plagas y enfermedades, riego y recolección.
Los costes de recolección son los más importantes en los distintos tipos de producción, llegando al 40% en los olivares tradicionales. De disponer de regadío, el coste de esta tarea llega a representar el 20% de los gastos de explotación. A continuación se encuentra el mantenimiento del suelo (22,9% en secano y 14,4% en regadío), a lo que hay que unir la fertilización, la poda y desvareto y la aplicación de productos sanitarios. Atendiendo a estas variables, AEMO concluye que los distintos costes de producción fluctúan entre 3,52 y 1,49 euros, siendo el coste medio ponderado de 2,49 euros.
No obstante, las variaciones son significativas entre unos tipos de olivares y otros. Así, para el tradicional de alta pendiente, que supone el 22% de la superficie en España, producir un kilo de aceite requiere 3,52 euros, valor que baja a 2,64 en el de pendiente moderada en secano y a 2,18 euros en el de regadío, ocupando el 49% de la superficie. En el olivar intensivo, los costes son de 1,90 en secano y 1,60 en regadío (26% de la superficie española).
En el caso del olivar superintensivo o en seto con riego, el coste baja a solo 1,49 euros por kilo de aceite. En la actualidad, ya existen 79.500 hectáreas en seto, lo que supone el 3% de la superficie. Productivamente, un olivar tradicional no mecanizable produce una media de 1.750 kilos por hectárea, muy lejos de los 10.000 kilos de aceituna que se obtienen en un olivar intensivo en regadío o un superintensivo en regadío.
Con los precios actuales (el virgen extra estaba la última semana en 2,12 euros), tres de los tipos de olivares considerados por AEMO estarían produciendo con costes más elevados del valor de mercado, mientras que solo el olivar en regadío, el intensivo de secano y de regadío y el superintensivo estarían vendiendo su producción por encima de lo que cuesta obtenerla siempre que todo el aceite sea virgen extra, porque el virgen estaba a 1,80 y el lampante, a 1,69.
Fuente: diariocordoba.com (Francisco Expósito)
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